"Fue en un bodegón en Buenos Aires, pero en realidad podría haber sido en un restaurante en cualquier ciudad Latinoamericana. El recién electo intendente conversa con Esteban y mientras le cuenta de sus planes para la ciudad, intenta convencerlo de unirse a su equipo. Esteban es el candidato perfecto. Tiene cero experiencia en la administración pública, no tiene ninguna de las profesiones habituales en gobierno y la frase con la que abrió esta conversación fue “Intendente, usted sabe que todos los políticos son chorros y los municipales no laburan”. Esteban era definitivamente el candidato perfecto!!!
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Esteban probó ser el emprendedor público que la ciudad necesitaba. No sólo ello sino que el Intendente probó ser un emprendedor público de nivel visionario. Traer a Esteban a su grupo era un reto sin precedente en esta ciudad. “Yo entiendo y sé que es así. Yo te estoy dando la oportunidad de que cambies algo y de que veas que no todos somos así.” Fue así como convenció a Esteban de sumarse al equipo de la ciudad. Sumarse como funcionario público, enfrentarse con si mismo y jugársela en otra realidad. Todo por la oportunidad de HACER algo."
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Emprender en lo público profundiza la decisión de hacer. Sus diferencias con el emprendedor privado lo llevan a explorar otros elementos más allá de competencias, habilidades o tecnologías en lo que puede y debe compartir esfuerzos con sus pares privados. A la decisión de actuar, los emprendedores comprometidos con la creación de valor público han adicionado un elemento claramente identificador de su quehacer. Ellos trabajan colectivamente. No sólo trabajan con otros, sino también por otros.
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Ademas la conceptualización de lo público está siendo modificada por los emprendedores y lo público está redefiniendo el hacer colectivo. La innovación en el gobierno finalmente está llegando Juan el ciudadano regular. El proceso actual de evolución de la innovación gubernamental ha tenido diferentes etapas que se remontan a fines de la década de 1980, cuando los partidarios de una traducción de buenas prácticas de gestión empresarial en prácticas de gestión pública produjeron la primera compilación de la Nueva Gestión Pública.
La riqueza de este proceso evolutivo está en su naturaleza acumulativa. Asi entonces, por fin la tercera ola de innovación gubernamental finalmente está disponible para el ciudadano regular. Después de todo, la Nueva Administración Pública - NPM (del ingles New Public Management) delos ochentas y las Nueves Finanzas Públicas - NPF (del ingles New Public Finance) de la decada del 2000 habían sido presentados con él en mente. La NPM tuvo como pilar la idea de poner al ciudadano en el centro de la provisión de bienes y servicios públicos, traduciendo la idea del cliente del sector privado (¡y recuerde que el cliente siempre es el Rey!). NPF hizo una recuperación similar para Juan; lo puso en el centro como parte del proceso financiero. Con estas innovaciones, Juan podría ser el destinatario, y si es en su propio interés, también podría ser un inversor de la política pública o de los servicios públicos. Ambas innovaciones fueron necesarias pero no suficientes; Juan quería estar en el asiento del conductor. La nueva gobernanza pública hace exactamente eso. Pone a Juan en el asiento del conductor entre los ciudadanos; Juan es un cliente; Juan es un inversor y ahora, gracias a la Nueva Gobernanza Pública - NPG (del inglés New Públic Governance), Juan también es miembro de la Junta Directiva y toma decisiones sobre su futuro. Las innovaciones del gobierno finalmente se hicieron para el control de Juan. ¿Que sigue? Solo Juan podría decirnos ahora ... ¡entonces es mejor que lo escuchemos!
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Y es que los cambio que Juan propone afectan directamente a quienes desde dentro de Gobierno le sirven. Los funcionarios públicos están en via de extinción, no solo por las demandas de Juan sino también por las expectativas de aquellos seres humanos detrás del escritorio. Quien quiere ser una función más en la ecuación de la burocracia. El servidor por el contrario tiene la posibilidad de impactar, de convertirse en un superhéroe dotado de superpoderes para impactar en la vida del otro: poner la gente al centro, escuchar, conectar, arriesgarse y poner la cosas "patas arriba", pero sobre todo hacer...hacer.
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Así lo aprendimos de trabajar y empoderar a varios centenares de servidores, emprendedores públicos en Guatemala, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Ecuador, Argentina, Chile, Perú y todos los demás lugares del continente donde se construyen bienes públicos colectivos o donde hemos ayudado a nutrir espacios atelier y laboratorios de innovación pública como Minas Gerais en Brasil, CDMX en Mexico, Bluefields en Nicaragua o Manizales en Colombia.
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Por ellos descubrimos que, como decía el gran Roberto Gomez Bolaños, no existe héroe más superhéroe que el Chapulín Colorado. Con una vocación por hacer y ayudar única (Oh y ahora quien podrá ayudarnos? YO!!!), con un sentido de trabajo en red y en equipo magistral (Siganme los buenos!!!) y una grado de empatía con el ciudadano Juan que lo hace digno exponente del NPG (y su escudo es un corazón!!!). A la final no hay receta para emprender, algunos emprendedores actúan como sacerdotes, desde su comunidad cambiando la realidad social, y otros como astronautas dando saltos al vacío para comprender la complejidad humana. Todos ellos son superhéroes.
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